Hoy después de tantas semanas, acudimos al Vertedero de San Vicente... Sí, mucha basura, moscas, deliciosos olores, sol, calor y la infundida mala fama de la zona. He de reconocer que la visita no me motivaba absolutamente nada. Ni siquiera sabía la verdadera finalidad de la cuestión. Sólo que después de eso, debíamos realizar un resumen de lo hablado y visto, luego un seminario y creo que una pruebita nula al respecto. A pesar de todo, el señor que nos medio echaba el cuento de cómo era el asunto por allá, nos dejó pensando -o al menos a mí y otros pocos-. Señalaba los riesgos que corre la gente trabajando allí, que muchos hasta tomaron el basurero como lugar de residencia :/, de cómo los estudiantes asisten sólo porque es una actividad programada pero que al final nadie aporta algo positivo para su bienestar... Y es que es bien chimbo observar cómo niños, personas de la 3ra edad y demás, toman eso como modo de vida... No tanto porque realicen ese trabajo, porque igual les provee dine
Prosas apestosas, inconformidades constantes, situaciones menos relevantes, confesiones fugaces. ¡Restablece ideales, destapa tu mente y libera a tu demente!