Su carisma, como el de todos, atrapa mi corazón, su mirada, inocente y ansiosa, me pide que me quede, su corta compañía, dependiente de mí, me muestra que quiere ser prolongada. Y como en cada circunstancia, yo, afectada, me molesto con lo que la vida hace... A ellos, que ninguna culpa tienen, de estar en donde están. Y esta hermosa criatura, así como en otros casos, me hace desear ese mundo perfecto, donde ellos son tratados como se lo merecen, donde hasta en un mundo injusto, deberían ser respetados. Oh, afectos compatibles, rápida conexión, momentos incorrectos...
Prosas apestosas, inconformidades constantes, situaciones menos relevantes, confesiones fugaces. ¡Restablece ideales, destapa tu mente y libera a tu demente!