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Resumen

Causalidades. Un espacio una voz una mirada. Inicio. Abrirse y confiar dejarse llevar cuestionar, aprender. Continuidad. Abrazarse y atreverse.
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Lucía del Hedón.

Le gusta que den de comer a ello. Fácilmente le diagnosticarían obesidad egocéntrica tipo 4. También le gusta el flirteo, coqueteo, pistoneo, lanzapunteo. Le encanta provocar... Se descubrió viéndolo como una necesidad, un vicio, que solo controla por falta de mercancía o de medios para adquirirla. Es consciente de la satisfacción que le genera el contacto físico con quien surge la atracción. El morbo se le asoma con lo nuevo, lo poco frecuente, aquello olvidado que se desempolva. En su cabeza no para de jugar a adivinar cómo tocarán, qué transmitirán sus miradas, cómo se sentirán sus cuerpos al tacto, cómo besarán, cómo cogerán... Incluye conocidos, recién conocidos y cualquier desconocido sin distinción de sexos, solo clasificados por rasgos y características. Y le prenden incluso las distintas perversiones que formen parte de esos entes humanos. Inclusive si éstas no se sincronizan con las suyas, conocerlas le satisface. Y si le hiciesen descubrir cosas de sí misma..

Divagaciones nocturnas (I)

Una vez una amiga me hizo abrirme a la idea de que los celos no son siempre inseguridad o baja autoestima; que en ocasiones, incluso probablemente las más frecuentes, se debía a justo lo contrario: un ego aumentado y de cómo esos celos surgían porque lo afectaban directamente... Lo herían. Y así me ocurre con esto de no agradar por completo a alguien que de alguna forma representa algo relevante en mí.. Me tambalea el ego, me hace pensar en si puedo ser mejor -o diferente-, lo cual entraría en conflicto consigo mismo si tomo en cuenta cuántas personas me podrían generar los mismos pensamientos. Al final, no puedo "complacerlos" a todos, a pesar de no ser ellos quienes esperen eso... Al parecer más "basicidad" me caería mejor.

Situaciones donde la empatía está contraindicada #1

Esa noche estábamos juntos, abrazándonos. Digamos que nada debía perturbar el momento, pero ya sabemos que a la mente a veces le gusta sabotear. Desconozco por qué habrá llegado esa imagen a mi cabeza, pero empecé a pensar en Gaspar, el chimpancé del zoológico de la ciudad donde vivo. Imaginaba qué podría sentirse estar en su lugar... Pasar 20 años tras las rejas, sin haber cometido delito. Porque esa institución no es prioridad para quienes disponen el dinero en la ciudad, porque aunque deseen algo diferente para él, ya no se puede, es tarde. Pensaba en que a nadie le gustaría estar solo, sin nadie con quien socializar, solamente sentado, molesto, sin poder brincar o correr... con personas observándoles que empiezan a aplaudir, desconociendo que en su lenguaje, ese gesto solo incita a una disputa. Pensaba en Gaspar mientras casi me ponía a llorar. Pensaba en cuántas situaciones similares y hasta peores, estarían ocurriendo en distintas partes del mundo. Tristeza e impotencia

Besos

En tu frente, tu nariz, tus cachetes... Oliendo tu pelo, halándolo suavemente, mordiendo tu cuello. Besos... en tus hombros, tu pecho, tu abdomen. Besos cuando te giras y me dispongo en tu espalda. Espalda para caricias y más besos... la yema de mis dedos que recorren el terreno. Labios, lengua, secreción salivar, dientes. Te huelo, te pruebo, te tengo. Te abrazo, te vuelvo a besar, no te quiero soltar. Estamos fusionados. Mgm.

Sin género

Ella se viste para irse, se coloca esos pantalones anchos que tanto le gustan y que han sobrevivido al desgaste de los años. No le gusta maquillarse, se siente hasta orgullosa de sus glándulas sebáceas. Prefiere las franelas sin mangas, de colores claros pero nunca con estampados. Ha sido tildada de descuidada, poco femenina, de machorra. Tiene pocas tetas y poco trasero, pero los complejos los superó en la juventud. A estas alturas, más se frustran los demás por su aspecto que ella misma. Él es un coqueto. Le encanta perfumarse, estar siempre afeitado. Cuida su cabello y su piel tanto como a su espíritu. En ocasiones se echa un polvo compacto, porque sí sufre por su sebo. Su familia siempre lo creyó "raro", demasiado delicado. A veces se deja convencer para dejar esa barba al ras que tanto ama su compañera. El ejercicio es infaltable, le gusta verse guapo y sabe que lo es... Le cuesta convencer a ella para ejercitarse juntos. En ocasiones lo logra. Los unió