En tu frente, tu nariz, tus cachetes... Oliendo tu pelo, halándolo suavemente, mordiendo tu cuello. Besos... en tus hombros, tu pecho, tu abdomen. Besos cuando te giras y me dispongo en tu espalda. Espalda para caricias y más besos... la yema de mis dedos que recorren el terreno. Labios, lengua, secreción salivar, dientes. Te huelo, te pruebo, te tengo. Te abrazo, te vuelvo a besar, no te quiero soltar. Estamos fusionados. Mgm.
Prosas apestosas, inconformidades constantes, situaciones menos relevantes, confesiones fugaces. ¡Restablece ideales, destapa tu mente y libera a tu demente!