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Mostrando entradas de 2013

Situaciones donde la empatía está contraindicada #1

Esa noche estábamos juntos, abrazándonos. Digamos que nada debía perturbar el momento, pero ya sabemos que a la mente a veces le gusta sabotear. Desconozco por qué habrá llegado esa imagen a mi cabeza, pero empecé a pensar en Gaspar, el chimpancé del zoológico de la ciudad donde vivo. Imaginaba qué podría sentirse estar en su lugar... Pasar 20 años tras las rejas, sin haber cometido delito. Porque esa institución no es prioridad para quienes disponen el dinero en la ciudad, porque aunque deseen algo diferente para él, ya no se puede, es tarde. Pensaba en que a nadie le gustaría estar solo, sin nadie con quien socializar, solamente sentado, molesto, sin poder brincar o correr... con personas observándoles que empiezan a aplaudir, desconociendo que en su lenguaje, ese gesto solo incita a una disputa. Pensaba en Gaspar mientras casi me ponía a llorar. Pensaba en cuántas situaciones similares y hasta peores, estarían ocurriendo en distintas partes del mundo. Tristeza e impotencia ...

Besos

En tu frente, tu nariz, tus cachetes... Oliendo tu pelo, halándolo suavemente, mordiendo tu cuello. Besos... en tus hombros, tu pecho, tu abdomen. Besos cuando te giras y me dispongo en tu espalda. Espalda para caricias y más besos... la yema de mis dedos que recorren el terreno. Labios, lengua, secreción salivar, dientes. Te huelo, te pruebo, te tengo. Te abrazo, te vuelvo a besar, no te quiero soltar. Estamos fusionados. Mgm.

Sin género

Ella se viste para irse, se coloca esos pantalones anchos que tanto le gustan y que han sobrevivido al desgaste de los años. No le gusta maquillarse, se siente hasta orgullosa de sus glándulas sebáceas. Prefiere las franelas sin mangas, de colores claros pero nunca con estampados. Ha sido tildada de descuidada, poco femenina, de machorra. Tiene pocas tetas y poco trasero, pero los complejos los superó en la juventud. A estas alturas, más se frustran los demás por su aspecto que ella misma. Él es un coqueto. Le encanta perfumarse, estar siempre afeitado. Cuida su cabello y su piel tanto como a su espíritu. En ocasiones se echa un polvo compacto, porque sí sufre por su sebo. Su familia siempre lo creyó "raro", demasiado delicado. A veces se deja convencer para dejar esa barba al ras que tanto ama su compañera. El ejercicio es infaltable, le gusta verse guapo y sabe que lo es... Le cuesta convencer a ella para ejercitarse juntos. En ocasiones lo logra. Los unió ...

De repente, quiero, gracias

En ocasiones quiero escribir y no consigo qué... quizá ese es un querer vacío, egoísta. En otras, unas simples frases de gente querida, conocida o no, disparan más ideas en esta mente inquieta. Me hacen cuestionarme si digo lo que siento cuando lo siento, sobre todo las cosas bonitas, las sensaciones alegres... Sé bien que las negativas prefiero no guardarlas, ya sean como crítica constructiva o solo para hacer saber. Quiero y busco expresar lo que siento, porque prefiero huirle a esas decepciones que limitan, que limitan de mostrarnos como somos, por los absurdos miedos de rechazos previos, de "malas" experiencias. Al mismo tiempo quiero que sean de esa forma conmigo, gratamente así ha sido... Y anhelo que se mantengan los "te quiero", los "te extraño", los "te amo"... los abrazos y besos así sean virtuales, de la pareja, de la madre, de las amistades adoradas. Quiero saber enfrentar las vergüenzas, vergüenzas que siento sin ...