Al parecer la verdad nunca es absoluta, quizás sólo si se trata de un hecho irrefutable, ultra estudiado, comparado, analizado (y aún así, suelen surgir errores), y obviamente no refiriéndose a explicaciones empíricas, volátiles, superfluas. Ya por ahí, un punto menos a los religiosos o intensos fanáticos en general.
Sin embargo, en muchas circunstancias toca aplicar la tolerancia... En ciertas ocasiones es indicado callar, más aún si se lidia con seres de mente cerrada. No por cuestiones de ceder a sus ideas (esto NO es una opción), sino por aquello de no entrar en discusiones sin fin, donde nadie dará su brazo a torcer.
Quizás algunas veces, a ciertas personas capaces de expandir su mente, podamos lavarle el cerebro transmitirle nuestras ideas, sugerencias o conocimientos, estando seguros de que algo lograremos. Porque más que sólo decir lo que pensamos, bonito sería que esos pensamientos repercutieran positivamente en otros, o al menos los invitara a replantearse situaciones y toma de acciones. Sí, es verdad, muchas veces no provocará, más aún si no se consiguen buenos candidatos, pero al final, cualquier mínima respuesta a favor, al menos nos sacará una sonrisa (qué cursi).
Ya sea a través de nuestras palabras, de medios audiovisuales (llámese música, documentales, lo que sea), medios escritos o simplemente dejándolos observar, el hecho de lograr el mínimo cambio, podría nutrirnos. Vale, que dentro de toda la misantropía de la que puedo ser víctima en determinados momentos, hay otros donde provoca seguirle echando ovarios al asunto o al menos no dejándonos dañar, engañar y sobre todo, dejar de lado nuestras verdaderas ideas. Esas que no le convienen a muchos, esas por las que nos pueden querer hacer callar, esas que nos convirtieron en lo que somos, esas que nos ayudarán a mejorar (en algunos casos).
Y así, el peo queda en transmitir a las personas correctas, en tratar de mejorar a las incorrectas, en afianzar tanto y ser tan ladillas, que a los bastardos no se les olvide NADA. Y que luego éstos sean quienes empiecen a ejercer el papel de los "fastidiositos" y así sucesivamente, como información genética que viaja de una generación a otra. Sin derecho a mutaciones, aunque siempre existirán.
PD: Políticos, religiosos, vendedores de productos de cadenas internacionales, viciosos, violentos, taurinos y demás seres de "verdades" un poco turbias, esto NO va dirigido a ustedes. Vayan a dormir para siempre... O jódanse. O ambas.
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